martes, 18 de noviembre de 2014

QUANTIC LOVE

   “En el CERN, el centro de investigación más avanzado del mundo, entre experimentos científicos que desafían la imaginación, la joven Laila descubre que la ciencia puede ser sexi, y que EL AMOR ES LA ENERGÍA MÁS PODEROSA DEL UNIVERSO” (Texto de la contracubierta)

   Segunda novela de Sonia Fernández-Vidal, la autora de “La puerta de los tres cerrojos”, en la que se mezcla amor e intriga en un escenario científico de lujo: el CERN. Es una novela dirigida más bien a un púbico juvenil, de lectura ágil, pero con la necesaria dosis de explicaciones, anécdotas científicas y citas, como la que aparece en su primer capítulo: "Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer o escribir, sino los que no puedan aprender, desaprender y aprender de nuevo."




domingo, 17 de agosto de 2014

Historia del veneno. De la cicuta al polonio.

   "La fascinación del ser humano por los venenos se remonta al principio de los tiempos. Ya en el antiguo Egipto y en el mundo grecorromano, los tósigos se convirtieron en un arma de poder. En Roma fueron muchos los emperadores que alcanzaron la gloria gracias a ellos: Nerón mató a su madre, Agripina la Menor, quien a su vez había asesinado al emperador Claudio para conseguir la corona de su hijo. También en la Italia renacentista, y en la Francia de Luis XIV, las pócimas causaron estragos, y reyes, cortesanos y plebeyos perdieron la vida bajo sus efectos.
   Cicuta, arsénico, cianuro, talio, polonio... Adela Muñoz realiza un insólito recorrido por los momentos más relevantes de la historia a partir de envenenamientos célebres, y nos descubre la composición de los venenos que acabaron con la vida de personajes ilustres como Sócrates, Cleopatra, el emperador Claudio, Rasputín o Adolf Hitler. Una fascinante historia  desde la cicuta de la Antiüedad al polonio de nuestros días."
(Texto de la contracubierta.)

  El libro es ameno e interesante y ha sido escrito por su autora, la catedrática de Química Inorgánica de la Universidad de Sevilla, tras comprobar en sus clases de laboratorio la fascinación que los venenos producían sobre sus alumnos.